La pulgosita

Hoy me puse a pensar en los apodos cariñosos que las parejas suelen decirse, a veces cursilones, a veces tiernos o con un significado que solo las personas involucradas conocen, me puse a pensar en eso por que escuche al enamorado de mi hermana decirle cariñosamente “thumper” (tomper en spanish), le dice así por el conejito de Bambie, bueno, por los cachetes del conejito, que son muy parecidos a los cachetes de mi hna; pero algunas veces le dice “princesa” o cosas así.
Luego pensé en mis “apodos cariñosos” y resulta que me di con la sorpresa de que soy tan cursilona como el resto de los mortales, pero con menos imaginación osea R*** y yo nos decimos mutuamente “amorcito”, cuando el lo dice me suena lindo, pero creo que cuando yo lo digo suena cachoso, algo así como: “A-MOR-CI-TO, por favor, no me molestes”.
También tenemos otros apodos que no usamos en la vida diaria, pero que ambos sabemos que son nuestros apodos; resulta que en 2 oportunidades he tenido serios problemas con pulgas, (que tire la 1ra piedra quien nunca ha tenido una sola pulga en su vida) creo que todos han sido picados por lo menos por una pulga, pero estas 2 veces no fueron simples picaduras, fue una infestación total, la 1ra ocurrió cuando practicaba en el huerto de un hogar de niños en Limatambo-Cuzco, mi amiga Sol y yo estábamos haciendo un levantamiento topográfico, y mientras lo hacíamos pasamos por unos establos abandonados, bueno estos establos habian sido abandonados temporalmente por las reses y en su lugar estaban siendo habitados nada menos que por mil millones de pulgas, las cuales se emocionaron al vernos y nos saltaron todas juntas, repartidas 50 – 50 sobre nosotras, ¡tremendo festin se dieron las infelices!
El siguiente episodio ocurrió en cuando practicaba en un fundo en Huaral, ahí estaba solita, y me sentía tan solita que la única compañía que tuve fue un perro chusquito lindo, precioso pero pulgoso, así que así fue como ocurrieron mis infestaciones de pulgas y así fue como me gané el cariñoso apodo de “pulgosita”.
Pero el no se quedó atrás, cuando estaba en su antiguo trabajo, encontraron en la planta un nido de palomas y ocurrió que de pronto a todos los trabajadores empezaron a tener una picaduras extrañas en el cuerpo… eran ácaros, a pesar de que a él no lo atacaron los ácaros, se ganó el cariñoso apodo de “acarosito” (aunque esa palabra no existe).
Y me gustan nuestros apodos por que son diferentes, novedosos y nuestros, un día no se por que razón R*** me dijo princesita… “QUE COSA!!!??? PRINCESITA???, PERDÓN???, con quien crees que estás hablando!!! Yo soy tu pulgosita, ok?” y es así como somos y cada quien con su rollo, ojo, están perfectos los “bebes”, “reinas”, “princesas”, “duquesas”, “ositas”… simplemente no van conmigo.